Proyecto beneficiaría a productores de la provincia de Aconcagua:En la actualidad, la superficie plantada de durazno conservero en Chile corresponde a 10.500 ha., provista por más de 850 productores concentrados en las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana, estimándose que al menos la mitad de estos corresponden a pequeñas y medianas empresas.
De éstas, la Región de O’Higgins es la que presenta la mayor concentración con un 54,3%, siguiéndole la Región de Valparaíso, la cual presenta 3.022,6 hectáreas con huertos en producción de durazno conservero, correspondiente a un 33,77% de la superficie a nivel nacional.
El actual escenario de comercialización del producto no ha sido positivo, ya que los productores se han visto enfrentados al bajo precio pagado por la agroindustria, el cual disminuyó al 61%, agregando a esta última tendencia que en la temporada pasada 60 mil toneladas quedaron sin vender, lo cual produjo una pérdida de $4.800 millones.
Ante tal situación, se ha hecho evidente que los pequeños y medianos productores son altamente sensibles a estas bajas del precio, y siendo este un factor netamente externo, es imposible de ser mejorada por parte de los productores, por lo que se hace inminente la incorporación de medidas de manejo del huerto que permitan mantener y asegurar su competitividad.
Ante la realidad de este sector agrícola, Gabino Reginato M., Ingeniero Agrónomo Mg Sc, académico de la Universidad de Chile y especialista en sistemas de producción de frutales de hoja caduca, comenta en entrevista que “al bajo precio del producto se agregan las mayores exigencias sanitarias, junto con el creciente aumento en el costo de la mano de obra. Pero además, los productores enfrentan problemas propios, como la baja productividad en numerosos huertos, y baja eficiencia en el uso de los recursos”.
En relación a cómo favorecer una mayor producción, manifiesta que “puede venir por variedades de fruto grande, característica que, en general, está ligada a la fecha de cosecha. Además los huertos deben ser diseñados para ocupar eficientemente el espacio asignado, con alta interceptación de luz, pero que deben incorporar el uso eficiente de la mano de obra en su manejo. O sea, con la misma mano de obra producir más kilos. Y, por último, manejar eficientemente el raleo de frutos, para lograr un equilibrio en volumen producido y el tamaño del fruto”.
Reginato, agrega que la calidad en esta especie frutal está referida principalmente al tamaño del fruto, por lo que en este sentido la práctica que debe optimizarse es el raleo, además de mejorar otros aspectos como la uniformidad de madurez o los daños mecánicos, a través del manejo de la cosecha y la poda.
Finalmente, el académico sostiene que, “uno de los aspectos que en el futuro cercano será fundamental para mantener la competitividad de esta especie, es la incorporación de sistemas intensivos de producción; en relación a éstos, el sistema de poda, la altura y disposición de los árboles son de fundamental importancia para lograr productividad y bajos costos de producción -uso de mano de obra-. Sin embargo, este es un tema que si bien sí ha sido implementado con éxito en el extranjero, ha tenido muy poco avance en nuestro país”.
Por este motivo, afirma que la transferencia tecnológica y la capacitación se transforman en necesidades fundamentales, especialmente cuando se requiere optimizar la eficiencia de los sistemas productivos. Por ello, estas necesidades deben ser incorporadas tanto desde las esferas de decisión hasta las de ejecución.
Entregar soluciones productivas para mejorar la competitividad
Para potenciar la competitividad del sector, durante el 2009, COPEVAL DESARROLLA, a través del financiamiento de INNOVA CHILE de CORFO, llevó a cabo una misión tecnológica a España, en la que participaron productores de la región de Valparaíso, con la idea de prospectar nuevas estrategias en diseños de huerto y manejo de la carga frutal, aplicables en las condiciones agroclimáticas de Chile, y con ello obtener un mayor volumen de frutos de durazno con calibre industrial.
De igual modo, desde enero de 2010, COPEVAL DESARROLLA, también con el financiamiento de INNOVA CHILE de CORFO, está ejecutando en la provincia de Cachapoal de la Región de O’Higgins un Programa de Difusión Tecnológica (PDT) con la idea de contribuir al aumento de la eficiencia de la cosecha de durazno conservero mediante la difusión de prácticas de manejo de huerto y gestión del recurso humano.
Y en esta misma línea, se está trabajando para realizar también un proyecto de difusión en la Región de Valparaíso, con el objetivo de transferir un sistema de huertos intensivos en durazno conservero, que permitan aumentar la productividad y aumentar la eficiencia en manejos productivos y cosecha.
Esto es, transmitir estrategias de manejo de carga frutal acordes a la realidad productiva de esa región, junto con apoyar en la incorporación de manejos de poda que permitan desarrollar huertos intensivos.
Para ello, se pretende desarrollar un completo programa de actividades en donde a través de talleres, asesorías de especialistas, días de campo, se contribuya a elevar la eficiencia en el cultivo, mediante la entrega de soluciones rentables que aseguren la obtención de fruta de calidad para la agroindustria, herramienta fundamental para elevar la competitividad del sector.
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