En una sencilla pero emotiva ceremonia vecinos de Los Parques que habitan actualmente en la villa de emergencia recibieron sus subsidios que darán paso a la vivienda definitiva.
La emoción y alegría se respiraba en cada rincón de la aldea San Antonio de Rancagua. Y es que después de la catástrofe natural del 27 de febrero, sus vidas cambiaron para siempre. El terremoto terminó por destruir las deficientes viviendas por las cuales debieron luchar por años para obtener una solución habitacional definitiva.