En tiempos normales –sin pandemia–, los establecimientos de educación básica y media y los de educación de adultos que funcionan como escuelas de reingreso educativo hacemos una labor clave para asegurar el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes que han sido excluidos del sistema escolar o presentan un alto rezago. Y desarrollamos esa delicada tarea de recuperación de talento sin contar con una modalidad educativa reconocida y, por lo mismo, sin un sistema de financiamiento ad hoc.